Cada vez que Yoi Takiguchi deja escapar un suspiro, sus compañeras de clase gritan de admiración y asombro. Ha sido apodada el "príncipe" de la escuela en virtud de su apariencia juvenil y atractiva y su disposición informal. Sin embargo, ella elige ser indiferente a la atención que recibe y pasa sus días normalmente, es decir, hasta que el otro príncipe de la escuela, Kohaku Ichimura, entra en su vida y la llama hermosa.
Kohaku no se parece en nada a un príncipe: actúa impulsivamente y hace lo que le place. Pero cuando él la felicita, Yoi se pone nerviosa y la forma en que la mira la pone nerviosa. Él es el primer niño que la reconoce como una niña, y sus intentos de distanciarse de ella resultan inútiles, ya que él parece haber puesto su mirada en ella. Mientras Yoi sigue diciéndose a sí misma que no es nada grave, ni siquiera ella puede ignorar por completo el revuelo que Kohaku causa en su corazón.
Cada vez que Yoi Takiguchi deja escapar un suspiro, sus compañeras de clase gritan de admiración y asombro. Ha sido apodada el "príncipe" de la escuela en virtud de su apariencia juvenil y atractiva y su disposición informal. Sin embargo, ella elige ser indiferente a la atención que recibe y pasa sus días normalmente, es decir, hasta que el otro príncipe de la escuela, Kohaku Ichimura, entra en su vida y la llama hermosa.
Kohaku no se parece en nada a un príncipe: actúa impulsivamente y hace lo que le place. Pero cuando él la felicita, Yoi se pone nerviosa y la forma en que la mira la pone nerviosa. Él es el primer niño que la reconoce como una niña, y sus intentos de distanciarse de ella resultan inútiles, ya que él parece haber puesto su mirada en ella. Mientras Yoi sigue diciéndose a sí misma que no es nada grave, ni siquiera ella puede ignorar por completo el revuelo que Kohaku causa en su corazón.
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